Mr 10.17-31- "Llamados de la autojustificación a la gracia" - Serie Llamados para trastornar el mundo 04

Llamados para trastornar el mundo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  50:05
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INTRODUCCIÓN

Hermanos buenos días. ¿Cómo están?
¿Cómo sería tener el mejor perfil para servir al Señor?
Pensemos en el Reino de Dios.
¿Cómo sería o qué tendría que tener el mejor candidato para entrar al Reino de Dios?
¿Cuáles serían esas cualidades?
¿No nos gustaría tener entre nosotros a los mejores perfiles que podrían ser sobresalientes para servir al Señor?
Tal vez nos ayudarían mucho en la obra de la iglesia y en la preparación del Reino de Dios.
Piensa en nuestro tiempo y en nuestra iglesia.
Si hubiese un hombre rico, que tiene mucho conocimiento de la Palabra de Dios, y que tiene millones de dólares, que se evidencia que asiste a la iglesia, que honra a sus padres, que conoce la Biblia de memoria, que hasta puede enseñarla.
Y justo elige nuestra iglesia para congregarse.
Tiene tanto dinero que termina de construir todo el templo y todos los ambientes y pisos. ¿No lo quieres acá? ¿No admirarías su amor a la obra de Dios?
Tiene tanto dinero, un matrimonio estable, sus hijos van a escuela cristiana, sus diezmos sostienen la iglesia y las extensiones. Es bastante útil en todo lo que hace y más aún con tantos recursos. Y lo mejor, que todos podemos dar testimonio de como cumple con las ofrendas, con la asistencia, con la honra a sus padres, y parece que cada mandamiento lo va guardando.
Y de pronto es rechazado para entrar al Reino de Dios.
Seguro que todos nosotros quedaríamos sin palabras.
El que parece tener el mejor perfil y ha sido el más útil entre todos nosotros, fuese rechazado para entrar en el Reino de Dios.
Eso sí sería un problema para todos nosotros. Porque si ese es el mejor candidato y es rechazado ¿Quién de nosotros podría entrar al Reino de Dios?
Nos quedaríamos sin respuestas y tuviésemos muchas preguntas sobre entonces ¿Quién puede entrar al reino de Dios?
Pero un día SÍ pasó realmente eso.
Había un hombre que tenía el mejor perfil. Era un hombre, joven, rico, que tenía todos los bienes, que no solo era rico, sino que conocía la Ley de Dios, y que visiblemente la cumplía.
Judíos así, eran sumamente respetados. No eran como los publicanos o cobradores de impuestos, estos eran otro tipo de ricos.
Se creía que estos ricos eran bendecidos por Dios porque sus vidas evidenciaba que estaban a Su servicio.
¿Acaso no era Abraham un hombre rico que fue bendecido por Dios y que caminaba por Dios?
Así que algunos hombres ricos, que eran muy cultos, preparados en la Ley, de gran conocimiento, eran el máximo perfil que podías encontrar para ser parte del Reino de Dios.
Es más, todos lo quisieran tener en Su equipo. Con seguridad que los discípulos de Jesús, esperaban que alguno de estos hombres pueda ser parte del equipo. Eran los mejores candidatos.
Y lo más increíble y lo que todos esperaban, JESÚS LO LLAMÓ A SEGUIRLE.
Y entonces, este hombre mostrará algo que pondrá en evidencia por qué el mejor candidato o mejor perfil era un hombre rechazado para el reino de Dios.
Pon atención a las Escrituras el día de hoy, porque tal vez muchos de nosotros, estamos tan seguros de nuestro perfil, y no nos damos cuenta que no estaremos en el reino de Dios.

EXÉGESIS MR 10.17-31.

Marcos 10:17 RVR60
17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
“Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincado la rodilla delante de él,..”
Hay un hombre que corre hacia Jesús.
Tiene interés en estar cerca de él.
Quiere obtener una respuesta de Aquel que está haciendo los milagros más extraordinarios y entregando el mensaje del Reino de Dios.
En breve vamos a saber que es un hombre rico, pero parece ser no un hombre rico no piadoso, sino aquel mejor perfil que hemos descrito.
¡Que increíble, ese hombre rico, corriendo, directo a Jesús!
Con todo lo respetado que es ese hombre rico, va hacia Jesús.
“..le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para hereder la vida eterna?”
Reconoce a Jesús como maestro y se hinca delante de él.
Es una reverencia extraordinaria de un hombre judío hacia Jesús.
Confía plenamente en Aquel maestro.
Espera que Su respuesta sea la cierta y la que tanto él desea saber.
Tal vez es un hombre que ha estado en busca de la verdad y cuando tiene Aquel llamado EL CRISTO, puede obtenerla.
“..¿qué haré para heredar la vida eterna?”
El concepto de vida eterna es algo que estaba en la mente de los judíos desde las promesas hechas a los patriarcas.
Tiene la misma pregunta que la mayoría o todos: ¿Cómo puedo entrar en la vida eterna?
Acaba de reconocer que la vida en la que está, no es la final.
Es increíble como la mayoría de personas, y todos los cristianos, realmente estamos en la misma situación. Sabemos que hay una vida eterna, que esta vida no es la final y la pregunta es la misma ¿Cómo puedo entrar en la vida eterna?
Parece ser una pregunta muy sincera de alquien que buscó a Jesús.
Pero hay un gran problema con esta pregunta:
Hay un corazón detrás de esta pregunta. Jesús lo sabe.
El corazón que cree que puede hacer algo para ser MERECEDOR o para GANAR la vida eterna.
Este hombre rico, lo ha ganado todo. Ese es su modo de vida. Todo lo que tiene y grandes cosas, son el resultado de su esfuerzo y sacrificio.
Por eso es un hombre respetado. Es un hombre realmente sacrificado.
(Aún esto sea algo bueno por hacer y no necesariamente malo)
Pero este es el principio u origen de la AUTO JUSTIFICACIÓN:
El creer que por nuestros medios podemos hacer algo que nos permita demostrar a Dios que aún con esfuezo hemos hecho algo suficiente para la vida eterna.
Marcos 10:18 RVR60
18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
“Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.”
Jesús no está rechazando o desconociendo Su bondad o Su deidad.
Él ciertamente es bueno, libre de pecado, realmente BUENO y tiene la naturaleza divina.
Es Hijo de Dios en términos de la Trinidad. Es realmente Dios en la carne, mostrando la Gloria del Único Dios Vivo, Trino y Verdadero.
“..Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios”.
Jesús conoce el corazón de quien ha corrido hacia él.
Y va a llevarle a una confrontación consigo mismo.
¡Este hombre debe estar seguro de que es bueno, así como todos los que están alrededor y los mismos discípulos están viendo al mejor perfil para el Reino acercarse a Jesús y buscando la vida eterna!
El que cree que hay algo para ganar la vida eterna y que también parece considerarse bueno, simplemente no es bueno.
No hay nadie bueno, sino solo Dios.
En otras palabras dicho a este hombre: “..nadie es bueno, ni aún tú.., ni aún tú, el mejor perfil para el ojo humano”
El Señor Jesús acaba de tocar la “llaga” de este hombre.
Marcos 10:19 RVR60
19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
“Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.”
Jesús le lleva al campo donde el hombre cree que es irreprensible:
Guardar la Ley y ser merecedor de la vida eterna.
Dios había enviado la Ley (los mandamientos de Dios) para mostrar su carácter moral y Santo, pero al mismo tiempo la Ley ponía en evidencia que nadie podía cumplirla.
Desde que el hombre cae en el Huerto del Edén, nadie puede cumplirlo.
¡Sino no necesitas un Salvador!
Jesús pone a contrastar la vida de este hombre con la Ley.
¡Jesús realmente sabe lo que hace!
Ha escogido 5 mandamientos de los 10, y estos 5 hablan de la relación con los demás. Son mandamientos que pueden probarse.
Hay otros mandamientos que no pueden probarse, que tienen que ver directamente con el corazón y que solo Dios puede saber si los cumplen o no.
Entonces, le da la oportunidad al hombre de referirse a los mandamientos de los cuáles puede presumir, para luego enfocarse en los que no puede demostrar.
Marcos 10:20 RVR60
20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
“El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.”
El hombre no va a examinar recién su vida, sino que ya la tenía examinada.
Los mandamientos de Dios los había guardado desde muy joven.
Por eso es el mejor perfil para el reino de Dios. Ha guardado los mandamientos de Dios desde muy joven, y para el ojo humano, ha sido bendecido con riquezas por lo que ha hecho.
Tal vez este hombre se esforzaba sin duda en cumplir esos mandamientos.
El problema era que al hacerlo, él veía un sistema de “hacer y recibir recompensa”.
¡Eso es la auto justificación!
¡Por tanto, quería saber si algo le faltaba por hacer para heredar la vida eterna!
Marcos 10:21 RVR60
21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
“Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta:..”
Jesús le mira.
Él puede ver más que solo su cuerpo, sino que ve su corazón, su mente y sus pensamientos.
Jesús le amó.
Jesús es el buen pastor que viene en busca de las ovejas perdidas.
Jesús está lleno de misericordia y compasión.
Pero el amor de Jesús, exige que Jesús pueda darle el mayor regalo que nadie jamás podría recibir: LA GRACIA.
La gracia reemplaza todo esfuerzo humano, pues la gracia comprende que no hay cosa posible por hacer, sino tan solo ser beneficiario de algo no merecido, que es la eternidad. ESO ES AMOR.
“..y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo;..”
El que creía estar completo no lo estaba.
Jesús va a revelarle cuál de los mandamientos que el hombre creía cumplir no lo ha hecho.
Debía renunciar a todo lo que tenía, venderlo y dar a los pobres, para ganar un tesoro en la vida eterna, que tanto anhelaba ganar.
El mandamiento que estaba infringiendo era “la codicia”.
Se creía muchas veces que un hombre que honraba a Dios era prosperado en bienes, así como Abraham tenía muchos bienes.
Jesús prueba el corazón de este hombre, pues si ama a Dios sobre todas las cosas y realmente anhela la vida eterna, entonces podría renunciar primero a su codicia.
“..y ven, sígueme, tomando tu cruz.”
Y esta es la parte más importante.
Jesús está llamando a este hombre.
Lo está invitando a ser parte de su grupo. Este es el llamado que han escuchado otros como Simón, Leví, y lo dejaron todo.
Pero le está diciendo que debe cambiar las riquezas por tomar la cruz.
No será un camino fácil seguir a Jesús.
Sin duda será muy distinto a la comodidad a la cuál estaba acostumbrada.
¡Y esto es increíble!
Jesús le acaba de demostrar que no cumple los mandamientos.
Sí cumple los que son visibles, pero no los que son del corazón y solo los ve Dios.
Pero que aún así, solo hay una cosa que podría permitirle el ingreso a la vida eterna, recibir la gracia de Jesús, reconociendo que no puede por sus medios, renunciar a su codicia y tan solo esperar en Jesús, siguiéndolo.
Jesús acaba de hacerle la propuesta más extraordinaria.
Si el joven rico, renuncia a lo que ha sustentado su vida, entonces Jesús iba a ser el nuevo sustentador, cargando una cruz, y llevándolo a la vida eterna.
Marcos 10:22 RVR60
22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
“Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”
Y ahora sabemos que Él no cumplía otros mandamientos más importantes.
Él no amaba a Dios por sobre todas las cosas, de tal forma de dejar su riqueza y seguir a Jesús.
Sino que sus bienes en esta vida eran más importantes que la vida eterna que decía buscar.
Él no se veía tan malo, ni a los ojos de los demás, como para tener que hacer un “reset completo” a su vida.
¿Acaso muchos de nosotros, no nos vemos tan mal en este camino? Nunca hemos matado a nadie, tenemos una membresía en la iglesia, damos ofrendas. Alguna vez llevamos a un hermano a su casa. Hemos donado biblias o ayudado a un joven de la iglesia.
Somos tan distinguidos en nuestra carrera o trabajo, que ¿quién no quisiera tenerme en su iglesia? Aún vemos un techo en nuestra casa, tenemos buen ingreso y hasta estamos seguros que es la bendición de Dios y hasta casi convencidos que es la retribución de Dios porque realmente somos buenos.
Muchas veces el mejor perfil para el reino de Dios está en nuestro espejo.
El hombre rechaza al llamado de Jesús.
Simón y Leví, siguen el llamado.
El endemoniado gadareno, una vez limpio, está lleno de gratitud y es instrumento de Dios para anunciar a Jesús.
El que ama lo que es, y lo bueno que se ve, no puede desprenderse de su esfuerzo y todo lo que le ha costado.
El hombre rico no puede desprenderse de las bendiciones que el cree tener por su buen comportamiento y su autojustificación.
Se va triste.
Su amor a lo que ha tenido se ha puesto en evidencia y no puede renunciar a ello por Jesús.
¿Cuántos de nosotros no vemos lo perdidos que estamos, sino que vemos a personas que hacen las cosas bien y que creemos que hemos ganado algo para con Dios?
Este es un llamado fallido.
No fallido por Jesús quien llama, sino porque ahora sí podemos ver que no todos que han recibido el llamado van a ir a Jesús.
No fue a Jesús este hombre, pesó lo más importante en su corazón y no fue. No siguió a Jesús.
¿Que pasó con su deseo de vida eterna y la confianza en Jesús de que “el maestro bueno” le iba a dar la respuesta que tanto esperaba?
Y cuando obtuvo la respuesta, no fue sensible a ella.
Todos los que se autojustifican, se ven suficientes delante del Señor y aún orgullosos de lo que ha logrado.
Han trabajado arduamente y están satisfechos de la labor que han realizado, y se ven justificados.
Y cuando tienen que dejar su auto-justificación para caer en la gracia, no pueden hacerlo.
Porque el fruto de su trabajo ha costado y se ha hecho irrenunciable.
Los que se auto-justifican, tienen tanta seguridad en sí mismos, que no ven la necesidad de la preciosa gracia que solo está en Jesús.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Hoy el tema es tan bonito y me gusta mucho porque las aplicaciones, conclusiones y lo que significa este pasaje lo dice el mismo Señor y de forma clara, así que solo debemos seguir leyendo.
Lo primero que podemos aprender para nuestras vidas es que:

Cuán difícil es entrar al reino de Dios los que confían en las riquezas.

Marcos 10:23–25 RVR60
23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
“Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!..”
Probablemente los discípulos se están preguntando, por qué hizo eso Jesús, con el que tenía un perfil casi perfecto para ser discípulo.
¡Hasta podía financiar todo el movimiento de viajes de Jesús!
Y no solo con eso, era un hombre que cumplía los mandamientos.
Jesús ya nos da la aplicación:
Mucha gente está confiando en sus riquezas y en lo que ha logrado en la vida.
Hace su vida en torno a ellas y por eso no pueden renunciar a ellas y no pueden seguir a Jesús.
El hombre rico de esta narración desea la vida eterna, pero desea más permanecer en sus riquezas en esta vida, así no puede ver su necesidad de Cristo.
Para Jesús, sí podemos ser ciegos a la gracia que solo viene por ÉL.
Las riquezas o el dinero no es necesariamente malo, pero potencialmente en la dependencia de ellos o en una vida que enfatiza este recurso, va a terminar cegando la necesidad de la gracia de Cristo.
“..Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!”
Pero también en el contexto judío, y que se esperaba que las riquezas podían ser bendiciones de Dios, nos damos cuenta que hay un engaño que se genera en uno mismo, de que podemos sentirnos tan cómodos, o bendecidos y SUFICIENTES que dejamos de ver nuestra necesidad de Jesús.
Nosotros tenemos que saber, que hay ciertas cosas que nos alejarán de la vida eterna.
Para muchos podrán ser las riquezas y para otros, será su confianza en sí mismo, sobre la persona que somos o la confianza en cualquier otra cosa que no sea la necesidad de caer de rodillas ante Jesús y entonces entregarle nuestra vida, renunciar a la que teníamos, y seguirle.
“..Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.”
La ilustración de Jesús es clara. Aquellos que no renuncien a sí mismos por Jesús, que incluye poner a Jesús primero antes que toda la riqueza que han construido en su vida, aún de buena forma, no entrarán al Reino de Dios.
Esto nos lleva a la segunda verdad de este pasaje:

La autojustificación es un engaño a uno mismo que no logra realmente nada, se requiere la gracia de Cristo, que es el Único que salva.

Marcos 10:26–27 RVR60
26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
“Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?”
El centro de esta narración y algo real que pasó es que un hombre se autojustifica a sí mismo.
¡LO TERRIBLE DE ESTA HISTORIA ES QUE HAY UN RECHAZO A LA GRACIA DE DIOS!
Con cumplir muchos mandamientos cree que está listo para la vida eterna, o cree que puede seguir en ese sistema para hacer algo más y entonces ganar la vida eterna.
Jesús dice que esto no es posible.
“Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
Los discípulos hacen una buena pregunta. Si ese hombre tenía el mejor perfil y no entrará al reino de los cielos, ¿entonces quién?
La respuesta de Jesús es: NO HAY NADA QUE EL HOMBRE PUEDA HACER.
Ese es el terrible error o engaño de la autojustificación. Ese es el terrible error de sentirte o mirarte bueno.
“Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.”
No hay salvación por medio humano. Por eso la autojustificación no es suficiente.
Por eso hay una CRUZ.
Solo podemos recibir la GRACIA del Señor.
Esa gracia es suficiente, es Salvadora, es un regalo, porque no podemos por nuestros medios.
Para el SEÑOR Sí es posible salvar, porque Él extiende Su gracia y solo a través de Su gracia el hombre puede recibir la eternidad, que nunca podría lograr por sus medios.
¡Espero que esto no sea sorpresivo para ti!
Tito 3:5 RVR60
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
No por nuestras obras, sino por Su misericordia y gracia.
Porque Él hace nuevas a las personas en la regeneración y por la Obra del Espíritu Santo.
FE Y ARREPENTIMIENTO EN CRISTO.
Ya no se trata de si eres pobre o rico. Necesitamos a Jesucristo.
¡Qué hermoso esto!
¡No tienes que preocuparte!
Lo que no puede el hombre SÍ ES POSIBLE PARA DIOS. Esa debería ser nuestra confianza.
Por eso decimos que SU GRACIA es suficiente.
¿No te da gusto, paz y tranquilidad, saber que no puedes hacer nada, sino descansar en Él?
Es que si fuese por algo que yo podría hacer, seguro que lo perdería por causa mía también.
Pero si es algo que no puedo hacer y ÉL LO HACE, entonces, AHÍ SI PUEDO ESTAR SEGURO EN JESÚS.
Todos los que dejen todo por Él, estarán en Sus manos seguras!
Jesús finaliza con otra cosa importante:

La vida eterna con el Señor no es un sistema de recompensas, sino de solo recibir su Gracia y esperar en Él.

Marcos 10:28–31 RVR60
28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.
“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido..”
Es realmente difícil entender a los discípulos.
¡El tema de la autojustificación si que hace ciegos a las personas!
Si el rico estaba descalificado, los discípulos probablemente se sentirían CALIFICADOS.
Ellos sí habían dejado muchas cosas por seguir a Jesús!
Entonces, Jesús, una vez más, debe volver a la gracia.
Pedro y los discípluos, han hecho muchas cosas para seguir a Jesús, incluyendo obedecer al llamado y dejarlo todo.
Pero muchas veces, ellos se habían peleado por saber Quién era el primero, como si fuese algo que uno puede adquirirlo con Sus obras o ganar por su rendimiento.
“..Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna...”
Jesús dice, que un nuevo Reino está entre nosotros.
Si has dejado tu familia, vas a ganar una 100 veces más grande. Parece ser una referencia a la Iglesia.
Si has perdido el amor de un padre o un hijo por causa de Cristo, Él te va a amar 100 veces más por cada uno de ellos que has perdido. Lo va a hacer desde esta misma vida. Y aparte tendrás a la iglesia para hacerlo.
Pero van a venir persecuciones. Seguir a Jesús, SÍ ES RENUNCIAR A TODO, pero luego vendrá el DON de la vida eterna.
Jesús vuele al problema con sus discípulos:
“..Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.”
Los discípulos tienen que entender que podrían hacer mucho y pensar que ellos eran los primeros porque habían dejado cosas comparándose con el hombre rico.
Y Jesús les dice que de nuevo: la vida eterna no es un sistema de recompensas, sino la suficiente humildad de recibir lo no merecido, la GRACIA.
Muchos pensarán que fueron los primeros, pero terminarán como postreros.
Muchos postreros en cambio, serán en Aquel día presentados como primeros.
La advertencia también fue para los discípulos y no solo para el joven rico.
Pero ten ánimo. Es día de buenas noticias. ESA GRACIA AÚN ESTÁ DISPONIBLE y SI NO LA HAS TOMADO entonces Jesús puede darte nuevos propósitos de vida HOY MISMO.
Vamos a ver un día a todos los que tomaron su cruz y siguieron a Jesús, y vamos a verlos con sus coronas honrando al Señor!
Pero en ese lugar, no encontraremos, hasta donde sabemos, a aquel quien estuvo tan cerca de Jesús y recibió ese llamado de seguirle.
El joven rico no estará allá. Guardó la ley, al menos los mandamienetos visibles, pero no está allá o no estará.
Los que carguen su cruz y sigan a Jesús, renunciando a todo, ELLOS ESTARÁN CON ÉL.
ESTAREMOS CON ÉL.
ESE es el resultado de la GRACIA.
Ser llamados por Jesús, sin realmente poder hacer algo para alcanzar esas dádivas, tan solo confiar en que ÉL lo hace por Su obra en la CRUZ.
Eso sí es gracia. Es la gracia a la cuál nosotros también podemos responder.
¡SÍ queremos SEGUIR A JESÚS! Y SÍ QUEREMOS DESPOJARNOS de lo que no NOS PERMITE seguir a Jesús.
No queremos terminar cerca a este hombre RICO, sino queremos terminar donde termina el crucificado, pero donde también las puertas de la eternidad se abren solo por Su gracia.

CONCLUSIÓN

Debemos pensar nuevamente, qué estamos haciendo, o cómo lo estamos haciendo.
¿No hemos dejado todo para servirle?
Es el momento tal vez de hacerlo. Y tal vez puedas decir:
No quiero terminar como ese hombre rico. No quiero que mis hijos terminen en riquezas pero lejos de Cristo.
SÍ ES POSIBLE RECHAZAR EL LLAMADO DE JESÚS
No quiero eso.
Quiero la gracia. No puedo hacer nada por mí. Ni siquiera puedo hacer nada para salvar a mis hijos, tan solo puedo recibir Su regalo, y hablar a mis hijos de que ellos también pueden recibir ese regalo.
Puedo mostrarles con mi testimonio y ejemplo de que no habrá en este mundo algo que VALGA MÁS, ni ninguna riqueza, de lo que vale la eternidad con el SEÑOR.
Pero si no puedo realmente hacer esto, ¿cómo ellos creerán?
Debemos pensar, si realmente, nosotros somos los de esta narración real, si somos los autojustificados para entonces acudir a la gracia.
Y si eres tú aquel hombre (varón o mujer) necesitas de Cristo, NECESITAS DE SU GRACIA EN CRISTO.
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